LAS AVES DE CAMPIÑA
En el mosaico de prados y setos generados por la actividad agroganadera, encontramos el hábitat de muchos pequeños pájaros a los que detectaremos primero por el canto y segundo por su frenética actividad. Carboneros, escribanos, jilgueros, colirrojos, verderones, gorriones y hasta 50 especies de paseriformes son usuarios inconformistas de estos paisajes agrarios.
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LAS AVES DE LOS ROQUEDOS Y LOS MATORRALES DE MONTAÑA
Como si de rascacielos se tratara, buitres y varias especies de rapaces habitan estos farallones donde encuentran un buen oteadero desde donde divisar sus presas y un buen lugar donde hacer sus nidos. Entremezclados con los roquedos aparecen los brezales y matorrales de montaña, habitat de las “pardas” y el aguilucho pálido.
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LAS AVES DE LOS BOSQUES
Dentro del bosque el oído es el sentido principal que utilizaremos para detectar a las aves. Son especialistas de los bosques las especies de pájaro carpintero que en los Picos de Europa están bien representados por el picamaderos negro, el pico mediano, y pico picapinos. Insectívoros todos, escudriñan entre las cortezas o las hojas de los árboles los insectos de los que se alimentan. Salvo el urogallo cantábrico, única ave herbívora de los bosques cantábricos.
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LAS AVES ALPINAS
Resistentes a las nieblas y heladas, y adaptados a la altitud en este territorio hostil para la vida encontramos a varias especies hechas a estos rigores como son la chova piquigualda, el gorrión alpino, el acentor alpino y el treparriscos.
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